Las drogas sin dudas son una de las problemáticas sociales que nos aquejan diariamente. Remar es una de las alternativas para los que buscan salir de esa realidad. Ariel Lázare, nos cuenta como pudo rehabilitarse, formar una familia y llegar a coordinar la organización Remar en Mendoza, San Juan y Neuquén. Se dedica diariamente a trabajar transmitiendo a muchos jóvenes adictos su experiencia de vida y herramientas para ayudarlos a recuperarse .
Ariel, nacido en Lanús, tiene 51 años y hace 18 pudo rehabilitarse, tras diez oscuros años junto a varias adicciones. Hoy está casado por segunda vez, en esta oportunidad con Miriam que es la directora de Mujeres y Niños de Remar. Trabaja junto a ella y su hija del corazón Milena y su otra hija Ana, encargadas de la parte social de la ONG. Una familia dedicada al bien del otro y la reinserción de los ex adictos a la sociedad.
PREGUNTAS
¿Cómo llegaste a nuestra provincia?
-Llegue a Mendoza en el año 2000 tras dos intentos de suicidio y muy deprimido. Luego de una entrevista en Remar Buenos Aires, el pastor consideró que mi lugar era este. No solo vine para dejar la cocaína, el alcohol y tabaco; sino que también para cambiar mi vida. Me habían diagnosticado esquizofrenia debido a los efectos del combo que hacían en mi la droga, el alcohol y mi carácter impulsivo. Lo que me alejó de mis dos hijos y me separé de mi primer matrimonio, ya que había arruinado todo.
¿Cómo fue tu rehabilitación?
-Llegue a unos de los campos de Remar en San Martín donde recién estaban instalando todo. Soy electricista, así que pude colaborar con eso. En un principio no quería saber mucho con la religión, ya que había perdido a mi mamá por un cáncer terminal a los 49 años, cuando yo tenía 24 y fue cuando comencé a consumir. Estaba muy enojado con Dios, había ido a una escuela católica y me había ofendido. Pero después entendí que Dios nos había creado para cosas buenas y las adicciones me habían quitado muchos años de mi juventud, no pude disfrutar plenamente de mis hijos. Me ablandó el corazón ver a personas que decían que Cristo había cambiado sus vidas y lo entendí , y pude empezar a cambiar las cosas.
¿Qué importancia tiene la religión en tu vida?
-La fe en Dios y el amor en prójimo me ayudaron un montón para poder salir adelante. Ahora soy pastor de Cuerpo de Cristo. A los 6 años de estar en Remar, tras la rehabilitación conocí a una vecina que daba catecismo y comenzó a colaborar con nosotros. Nos enamoramos, comenzó a trabajar en Córdoba en un lugar de rehabilitación y se capacitó. Al año de estar ahí regresó y nos casamos. Tuvimos hace 10 años a Anita y junto a Milena, mi hija de corazón, formamos una linda familia.
¿Cómo caíste en las adicciones y qué perdiste por ellas?
-Venía de una familia bien, mi papá un español muy trabajador tenía un bar, mi mamá era modista con tres hermanos, todo estaba bien hasta que perdí a mi madre por el cáncer. Con esa pérdida se derrumbó la familia. Caí en la cocaína buscando una manera de no pensar en mi realidad. Hizo que me casara siendo una persona con muchas adicciones y ese matrimonio fue un desastre. Lo que consumía me permitía por momentos trabajar teniendo microemprendimientos, buenos ingresos y a su vez perderlo todo. Constantemente me iba poniendo metas prometiendo que cuando cumpliera iba a dejar la droga, pero eso nunca pasaba. Hasta que se prendió la luz, vi un papel tirado en Lanús donde nací: “Sí a la vida, no a la droga”. Tras eso pude llegar a Mendoza y en 12 meses ya era otra persona. Día a día vamos cambiando, porque no son solo las drogas son las que nos perjudican, estoy por los 51 años y creo que todavía me queda mucho por aprender.
¿Qué concejo le darías a alguien que está atravesando una situación de adicción?
-Yo le diría que verdaderamente la droga, el alcohol y el juego lo único que te dejan es un sabor amargo y te alejan de todos los que te quieren. Creemos que nos hacemos daño a nosotros mismos, pero lastimamos a todos los que nos aman. Hago mi análisis de mis 10 años de adicto y no encuentro ni un solo beneficio, solo veo desastre.
El tabaco, en vez de quitar te da cada vez más ansiedad, con el alcohol en exceso perdés concentración y ese disfrute que tienen cuando beben con moderación. Al igual que la marihuana, que la Organización Mundial de la Salud informa de las desventajas que trae su consumo; pero está todo tan entremezclado lo que es fumar, la marihuana y el aceite de cannabis que es medicinal. Se creen que fumar el porro te hace bien. Muchos de los que comienzan consumiendo eso, después prueban con otras drogas. Tengo un estudio hecho en Remar con ese tema y demuestra que es así.
Nuestros centros reciben personas de todo tipo, podemos derivarlos a otras provincias y se centra en la laborterapia, les enseñamos una labor. Se puede tener una vida diferente y les explicamos de cómo ser parte de la sociedad sin ser una carga, ser personas que puedan solucionar a la sociedad. Seguimos remando y los mendocinos son los verdaderos dueños de esta ONG, ya que sin ellos esto no sería posible.
¿Cómo se trabaja en Remar?
-Ahora contamos con dos paradores sociales para la gente de la calle y se trabaja con gente de contingencia social. Son tiempos difíciles para encontrar trabajo y alquiler, por eso Remar los ayuda. Contamos con granjas de rehabilitación donde se hace laborterapia y desintoxicación. Tenemos una en Corralitos para adultos mayores. Hay chacras, plantaciones y granjas de animales donde se pueden quedar a vivir en un voluntariado social. Contamos con el voluntariado de seis matrimonios y sus hijos ayudando. Viven en Remar y a su vez colaboran con los otros. Tenemos casas, cocinas, negocios de venta de cosas usadas. Se sustenta con los chicos que se están por insertar, que van por los semáforos dando información y la gente colabora. Hace unos años comenzamos con los convenios con los gobiernos y se dio la posibilidad de los paradores con aportes que nos ayudan a mantener a las personas que trabajan ahí. Las granjas de rehabilitación se sostienen meramente con la ayuda de la gente y por eso quiero agradecerles a los mendocinos por sus colaboraciones y solidaridad.
Fuente: Diariosomos