Granjas comunitarias
Las adicciones a las drogas y el alcohol son una de las mayores causas de exclusión social. Muchos adictos quieren cambiar pero no pueden solos y necesitan ayuda. En Remar son cientos y miles de adictos limpios de sus adicciones dentro de nuestros centros comunitarios, no solo en Argentina sino por todo el mundo. Muchos son los que pueden compartir su testimonio de cómo fueron cambiados por el amor de Dios y el amor de otras personas quien desearon ayudarlos en su estancia en Remar.
PRIMERA FASE
Es la fase de deshabituación que comprende un período de cinco meses en promedio, en una casa Hogar en el campo, apartada de la ciudad, en la que se logra:
- La desintoxicación física y síquica.
- El reconocimiento de la problemática y sus causas en el ámbito individual.
- El establecimiento de una estrategia para la resolución de la problemática.
- La adquisición de una auto disciplina en cuanto a hábitos de higiene, alimentación comportamiento, horarios, entre, otros.
- Establecimientos de relaciones sociales básicas y de actuación grupal.
- Restablecimiento de valores morales y éticos.
La persona que acude a los Centros REMAR, es atendida en la oficina de ingresos, donde tiene su primera entrevista con el monitor dedicado a tal objetivo. En esta entrevista, se toman los datos personales del usuario para rellenar la ficha de identificación, y a la vez, se mantiene una entrevista con la familia. Se les informa de las normas del centro, del lugar donde se les ha asignado la plaza, el funcionamiento del centro, intentando que el usuario, desde el primer contacto con el centro, se sienta a gusto y motivado a iniciar su estadía. La persona inscribe de forma gratuita e inmediata, en una casa de 1ª fase, que suelen estar apartadas del entorno social, lejos de la ciudad, en granjas, en el campo. El propósito de esta fase, es superar la desintoxicación física y psíquica de la persona. Es una fase donde hay una dedicación personal a cada interno, los monitores dedican día y noche a estas personas que ingresan para superar su adicción, existiendo el llamado ministerio de «sombra», por el que cada persona nueva tiene una persona que se hace cargo de su cuidado, compañía, apoyo, de darle masajes, etc. incluso haciendo velas por la noche.
La desintoxicación física, consiste en el síndrome de abstinencia o el llamado «MONO», que dura unos seis o siete días, según el grado de adicción que traiga la persona. Este período transcurre sin tomar ningún tipo de aditivo o sustituto de la droga. Se asignan manzanillas o tilas, se dan masajes, paseos,… intentando que la persona se sienta motivado, animado, estimulado para continuar su Programa. La desintoxicación psíquica, consiste en tratar todos aquellos problemas síquicos que hayan impulsado a la persona al consumo de drogas, por medio de entrevistas personales, reuniones de convivencia, etc. En esta etapa de observación se valora su capacidad física y psíquica para la asignación de trabajos agrícolas, manualidades, trabajos en el hogar, relaciones públicas, etc. según su profesión y esto después de haber pasado el síndrome de abstinencia. Se supera la desintoxicación física que dura pocos días, durante los cuales, no se les administra ningún tipo de sustituto de la droga, ni se lea permite el consumo de alcohol o de tabaco, ni el contacto con familiares o personas que vivan fuera del centro. Cuando comienzan a dormir algunas horas y se sienten con fuerzas, empiezan a salir de casa a trabajar, para poder tener menos tiempo de ocio, y así, con los diferentes equipos de trabajo, comienzan a realizar tareas sencillas, no muy fatigosas y que les ayudan a que los días pasen más agradables. Las tareas que realizan en esta etapa son sobre todo labores domésticas, de limpieza, de manipulados, etc.
La persona comienza a tener un contacto directo con el grupo de apoyo, se crean amistades, empieza a realizar funciones, que aunque pequeñas, son necesarias e importantes, lo que les estimula e integra aún mas en el grupo. De esta forma, se van desarrollando sus posibilidades, la capacidad de atención, concentración, creatividad, iniciativa, comienzan a desarrollar una conciencia responsable, buscando no sólo su formación, madurez y equilibrio, sino que a la vez se intenta potenciar el espíritu de solidaridad entre las personas que trabajan en su mismo equipo. Se supera la desintoxicación psíquica por medio de un tratamiento a base de reuniones sistemáticas de terapia de grupo, todo ello pasados 5 meses de su estancia en una casa de 1ª fase. Para ello, se ha de superar con una actitud excelente esta primera etapa, aceptando todas las normas del centro, manteniendo buena relación de convivencia con los monitores y demás personas que también están en el hogar y han de demostrar que realmente quieren cambiar de vida. Tras superar esta fase con éxito y buena actitud, lo cual es valorado por los responsables, se traslada a la persona a una casa de segunda fase.
SEGUNDA FASE
Los internos comienzan a desarrollar trabajos según sus profesiones, aspiraciones y talentos, desarrollando actitudes favorables para una pronta reinserción. En estos Centros además se estimula la relación familiar y conyugal. Es la fase donde se realizan terapias de grupo, se sigue tratando directamente con la persona, se inicia un acercamiento familiar, realizando visitas con previo aviso al responsable del centro donde vive. Es una fase donde se alcanza una base mínima de:
- Autodisciplina personal, ya que se le enseñan normas de aseo personal, limpieza y orden del cuarto, limpieza exhaustiva de la cocina, diligencia y perseverancia en los trabajos y tareas. Se puso especial énfasis en el orden, buscando que la persona se organice, tanto en su escala de valores, como en sus propias pertenencias.
- Desarrollo de la propia dignidad y autoestima, realizando trabajos que vayan con la persona, desarrollando sus capacidades y cualidades, trabajos de su profesión como carpintero, comenzando un contacto con la sociedad en trabajos como las ventas, oficinas, transporte de vehículos, mecánica, pintura, recogida de muebles, etc.
La persona adquiere bases éticas que producen en su persona la capacidad de afrontar de forma madura algunas circunstancias que surgían en su vida, ya sean positivas o negativas, aprendiendo a no dejarse llevar por las emociones, sino que con una perspectiva racional pueda asumir a lo largo de su vida tanto unas como otras. Para ello se realizan actividades en los diferentes aspectos de la persona, ya sean en lo físico, en lo psíquico o en lo espiritual. El horario en las casas de segunda fase es: 07.30: Despertar 08.00: Reunión de convivencia 08.30: Desayuno 09.00: Trabajos del hogar 09.30: Trabajos fuera del hogar 14.00: Comida 14.45: Descanso, visitas, tiempo de ocio 16.00: Trabajos 20.00: Descanso, espacio de ocio, reuniones 22.00: Cena 23.00: Dormir En esta fase la persona se prepara para iniciar la tercera fase, desarrollando sus talentos y virtudes en los diferentes talleres, para luego poder realizar los trabajos de cara a la sociedad, de forma digna y aceptable. Cuando la persona responde positivamente a esta segunda fase, demostrando un alto nivel de responsabilidad, de sociabilidad, autodisciplina y solidaridad en el grupo de trabajo.