Mi adolescencia perdida.
Cuando el tiempo y los años marcaban un estilo de vida para una adolescente, Gimena Pérez de manera veloz ya era conocedora de un mundo que para ella en su momento fue fascinante pero que día a día la consumía en las fiestas, el alcohol y la rebeldía.
Hoy con 32 años y cuatro Hijos, Gimena Pérez de nacionalidad Uruguaya, nos relata los hechos que de alguna manera la impulsaron a llevar una vida desenfrenada, pero que posteriormente le permitieron conocer al autor y consumador de la Fe, Jesucristo.
La temprana separación de sus padres, el descuido de los mismos hacia ella y el sentirse en completa libertad y abandono, fueron factores por los cuales busco cubrir ese vacío de la manera menos afortunada.
Pero cuando Dios tiene un plan con los que escogió de antemano, él siempre busca las formas para darse a conocer; es por esto que sus padres ante el deterioro de su hija deciden acudir a la ONG Remar, lugar que hasta el día de hoy es el refugio que Gimena siempre busco; Refugio que le proporciono el Padre de las Luces para enseñarle que existía un mejor camino.
Acompáñenos a Ver este testimonio, el cual le enseñará cómo poder actuar ante situaciones como las que atravesó Gimena, y que corregir en el seno familiar para no dejar a nuestros hijos desprovistos del amor que ellos necesitan y anhelan.